Oriol Batalla
19/11/2024
Si tienes entre 20 y 35 años y estás ganando dinero por primera vez… no lo arruines
Este es un momento clave en tu vida: tienes energía, tiempo y dinero. Pero también es la etapa en la que más fácil es caer en trampas financieras que te van a perseguir durante años. La buena noticia: todo está en tus manos. Aquí van cinco consejos que te van a doler al leerlos, pero que podrían salvar tu futuro.
1. Deja de comprar cosas que te esclavizan
Financiar un coche que no puedes pagar, el último móvil que podrías haber comprado usado, o unas vacaciones que "te mereces" aunque no tengas ahorros, no te hace rico. Te hace esclavo de tu sueldo.
Un pasivo no es solo una palabra rara de finanzas, es cualquier cosa que te deja más pobre. Y sí, ese sofá carísimo que compraste "a plazos" cuenta.
Regla básica: Si no puedes pagarlo sin sufrir, no lo compres. No es cuestión de sacrificio, es cuestión de sentido común.
2. Una sola cuenta bancaria es como meter todos tus huevos en una cesta rota
Si todo tu dinero está en una sola cuenta, te va a parecer que tienes más de lo que realmente tienes. Y de repente, adiós al control. Es como caminar por la cuerda floja sin red: peligroso y, sinceramente, un poco tonto.
Divide tu dinero:
- Una cuenta para sobrevivir (gastos fijos).
- Una cuenta para soñar (ahorros e inversiones).
- Una cuenta para disfrutar (ocio).
Te prometo que te sentirás más dueño de tus finanzas.
3. Apostar tu dinero es tirar tu futuro por la ventana
¿Sacas la cartera para jugar a la lotería "por si acaso"? ¿Le metes algo a las apuestas deportivas porque "esta vez es seguro"? Mala idea. Si tu plan para hacerte rico depende de la suerte, estás jugando el juego equivocado.
Invertir no es lo mismo que apostar. Invertir es estrategia, paciencia y ganar poco a poco. Apostar es ver tu dinero desaparecer más rápido de lo que llegó.
Pro tip: El único que siempre gana en las apuestas es la casa. Si vas a apostar, apuesta por ti: invierte.
4. Deja de vivir para impresionar a los demás
¿Para qué subes fotos de tus cenas caras o de las zapatillas que te costaron un sueldo? ¿Para demostrar que tienes éxito? ¿A quién le importa? La gente que te quiere no necesita que te arruines para impresionarlos, y los que no te quieren… bueno, tampoco lo necesitan.
No vivas para los aplausos de los demás. Es el camino más rápido a quedarte sin nada. Vive para lo que te hace feliz, no para lo que haga felices a otros.
5. No quemes tu sueldo como si fuera papel
Esta es una verdad dura: si gastas todo lo que ganas, no vas a tener nada. Nunca. ¿Suena obvio? Pues no lo es, porque la mayoría de la gente lo hace.
Ponle un techo a tus gastos. Vive con el 80% o menos de lo que ganas, y usa el resto para construir algo: un fondo de emergencia, un ahorro para un proyecto, una inversión que te haga crecer. Si empiezas ahora, estarás haciendo algo que la mayoría de la gente no hace: asegurar tu tranquilidad.
La clave detrás de todo esto: adquiere hábitos saludables
No se trata solo de ahorrar o evitar errores. Se trata de construir hábitos financieros saludables que te acompañen toda la vida. Lo mismo que cuidas tu cuerpo con buena alimentación y ejercicio, debes cuidar tu dinero con disciplina y decisiones inteligentes.
¿El resumen?
Sé constante, planifica, y pon tu bienestar financiero por delante de los impulsos o las expectativas de otros.
Tu futuro no se construye en un día, pero cada decisión que tomes hoy te acerca o te aleja de la vida que quieres tener. Así que… ¿qué hábitos estás dispuesto a cambiar?